Arturo Marasso

El humanista autodidacta
Arturo Marasso (Chilecito, 1890-Buenos Aires, 1970) fue un poeta, ensayista, profesor y crítico literario. Desempeñó su labor docente en la Universidad Nacional de La Plata, institución en la que dictó las asignaturas Literatura española y Composición literaria durante 30 años. Publicó vastas obras ensayísticas y poéticas, entre las que se destacan Cervantes y Virgilio (1937) y Cervantes: la invención del Quijote (1954).

Arturo Marasso (1890-1970)

Arturo Marasso nació el 18 de agosto de 1890 en Chilecito, La Rioja. Fue poeta, ensayista, profesor y crítico literario. En su época fue reconocido como uno de los humanistas más destacados de la Argentina.

En 1910, luego de obtener una beca para completar sus estudios, se recibió de maestro en Catamarca. Al año siguiente se estableció en Buenos Aires donde se abocó al estudio de las Letras clásicas de manera autodidacta.

Forjó una sólida amistad con Joaquín V. González, quien lo consideraba su discípulo. Obtuvo las cátedras de Literatura Española y Composición Literaria en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata, donde ejerció como profesor durante 30 años. En 1944, fue distinguido con el doctorado Honoris Causa por su mérito literario y labor educativa.

Fue docente en la Escuela Normal de profesores Mariano Acosta; allí tuvo como estudiantes a Julio Cortázar, Ernesto Sábato y Héctor Ripa Alberdi. Esta misma institución, como reconocimiento, entrega en la actualidad el premio Arturo Marasso a escritores sobresalientes.

Fue docente fundador y secretario de la Academia Argentina de Letras, ámbito en el cual, el 12 de octubre de 1947, participó junto a Carlos Ibarguren y Juan Domingo Perón en el acto de homenaje a Cervantes. La Real Academia Española lo designó Miembro Correspondiente.

Entre sus obras como poeta y literato se destacaron Juan Boscán, Góngora y el gongorismo, La mirada en el tiempo, Joaquín V. González, Bajo los astros (1911), La canción olvidada (1915), Estudios literarios (1920), El verso alejandrino (1923), Paisajes y elegías (1921), Paisajes y coloquios (1924), Tamboriles (1930), Melampo (1931), La rama intacta (1949), Presentimiento, Retorno, Hesíodo en la literatura castellana (1926), Píndaro en la literatura castellana (1930), Rubén Darío y su creación poética (1934), Antología griega en España (1934), Cervantes y Virgilio (1937), El pensamiento secreto de Mallarmé (1948), Cervantes: la invención del Quijote (1954), Antología didáctica de la poesía lírica española (1953), Estudios de la literatura castellana (1955), Antología didáctica de la prosa española (1958), Joyas de las islas (1961), Poemas de integración (1964). Ante la muerte de su esposa, publicó un poemario más íntimo y emotivo denominado El Libro de Berta (1949).

El ejercicio de la docencia en la ciudad de La Plata y la fundación de una corriente poética que “se nutre en la cultura grecolatina y el Siglo de Oro español” le valieron ser incluido en la Primera antología poética platense en 1956. Fue distinguido con el Premio Municipal de poesía de Buenos Aires en 1924, el Premio Nacional de Crítica en 1937 y el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores en 1965. Su obra acerca de Rubén Darío le valió el primer premio de la comisión de Cultura en 1934; su publicación sobre Góngora ganó el tercer premio nacional de literatura en 1927.

Murió a los 80 años en Buenos Aires, el 26 de abril de 1970, y fue inhumado en el cementerio de la Recoleta. Respetando su voluntad, sus restos fueron trasladados a su ciudad natal, dado que había solicitado que lo sepultaran al lado de la tumba de Joaquín V. González y en el camposanto donde también yacía su esposa. Sus deseos fueron cumplidos el 18 de noviembre de 1982.