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Isaías Lerner
El orfebre del habla cervantina
Se formó en la Universidad de Buenos Aires con ilustres maestros (Jorge Luis Borges, María Rosa Lida, Ana María Barrenechea y Marcos Morínigo, entre otros). Integrado en la vida intelectual del Instituto de Filología, fraguó, junto a Celina Sabor de Cortazar, la única edición latinoamericana del Quijote (Eudeba, 1969). Sus ediciones de La Araucana de Ercilla, la Silva de varia lección de Pedro Mexía o de la Miscelánea Antártica de Miguel Cabello Balboa son claro testimonio de una vocación filológica generosa que se consagró a un sinnúmero de autores de los siglos XVI y XVII españoles y también coloniales.
Isaías Lerner (1932-2013)
Isaías Lerner nació en Buenos Aires en 1932 en el seno de una familia judía de origen ucraniano. Se graduó en Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires en 1959 y, desde entonces, se formó con dos de los discípulos más notables de Amado Alonso: Ana María Barrenechea y Marcos A. Morínigo. Entre sus grandes maestros, deben mencionarse a María Rosa Lida, quien orientó sus intereses hacia la picaresca, a Ángel Rosenblat y a Rafael Lapesa, figuras decisivas en su interés por la lexicografía y la historiografía lingüística.
En el Instituto de Filología y Literaturas Hispánicas “Dr. Amado Alonso” elaboró junto a Celina Sabor de Cortazar la única edición latinoamericana del Quijote, descomunal labor filológica que insumió varios años de trabajo conjunto.
Lerner inició su labor docente impartiendo cursos de latín e historia de la Lengua en la Universidad de Buenos Aires, y de gramática, latín y literatura española en el Colegio Nacional de Buenos Aires. En 1967 tuvo que partir al exilio, a raíz del golpe militar y de la tristemente célebre “Noche de los bastones largos”, junto con su esposa, Lía Schwartz, también hispanista de talla mundial. Tras una breve estancia en la Universidad de Illinois, institución en la que completó su doctorado, recaló en la Universidad Municipal de Nueva York (City University of New York, CUNY). Allí dirigió el Centro de Graduados hasta su retiro profesional.
Su labor lexicográfica fue destacada por la Real Academia Española con el premio “Augusto Malaret” por sus análisis de la lengua toba y de los arcaísmos léxicos del español de América. Esta dimensión lingüística define, en gran medida, su praxis filológica dedicada a estudiar y anotar obras de los más variados ingenios españoles o coloniales. Junto a Marcos Morínigo elaboró la edición de La Araucana de Alonso de Ercilla. Años más tarde preparó la Silva de varia lección de Pedro Mexía y, en sus últimos años, la Miscelánea Antártica de Miguel Cabello Valboa y una versión junto a Isabel Lozano Renieblas del Persiles cervantino.
Fue profesor visitante en innumerables universidades americanas y europeas, dirigió un sinnúmero de tesis doctorales y de maestría en su especialidad y tuvo una muy activa participación en varias asociaciones profesionales: fue presidente de honor de la Asociación Internacional Siglo de Oro (AISO), vicepresidente de la Asociación Internacional de Hispanistas (AIH), integró la Junta Directiva de la Asociación de Cervantistas (AC), el patronato del Spanish Institute y el Instituto Cervantes de Nueva York. Obtuvo la prestigiosa beca de la Fundación Guggenheim.
En el Instituto de Filología y Literaturas Hispánicas “Dr. Amado Alonso” elaboró junto a Celina Sabor de Cortazar la única edición latinoamericana del Quijote, descomunal labor filológica que insumió varios años de trabajo conjunto.
Lerner inició su labor docente impartiendo cursos de latín e historia de la Lengua en la Universidad de Buenos Aires, y de gramática, latín y literatura española en el Colegio Nacional de Buenos Aires. En 1967 tuvo que partir al exilio, a raíz del golpe militar y de la tristemente célebre “Noche de los bastones largos”, junto con su esposa, Lía Schwartz, también hispanista de talla mundial. Tras una breve estancia en la Universidad de Illinois, institución en la que completó su doctorado, recaló en la Universidad Municipal de Nueva York (City University of New York, CUNY). Allí dirigió el Centro de Graduados hasta su retiro profesional.
Su labor lexicográfica fue destacada por la Real Academia Española con el premio “Augusto Malaret” por sus análisis de la lengua toba y de los arcaísmos léxicos del español de América. Esta dimensión lingüística define, en gran medida, su praxis filológica dedicada a estudiar y anotar obras de los más variados ingenios españoles o coloniales. Junto a Marcos Morínigo elaboró la edición de La Araucana de Alonso de Ercilla. Años más tarde preparó la Silva de varia lección de Pedro Mexía y, en sus últimos años, la Miscelánea Antártica de Miguel Cabello Valboa y una versión junto a Isabel Lozano Renieblas del Persiles cervantino.
Fue profesor visitante en innumerables universidades americanas y europeas, dirigió un sinnúmero de tesis doctorales y de maestría en su especialidad y tuvo una muy activa participación en varias asociaciones profesionales: fue presidente de honor de la Asociación Internacional Siglo de Oro (AISO), vicepresidente de la Asociación Internacional de Hispanistas (AIH), integró la Junta Directiva de la Asociación de Cervantistas (AC), el patronato del Spanish Institute y el Instituto Cervantes de Nueva York. Obtuvo la prestigiosa beca de la Fundación Guggenheim.